domingo, 20 de septiembre de 2009
No siempre te encuentras un ipod nuevecito de 18 Gb en una discoteca...
Salir de fiesta y "encontrarse" regalitos está chulo. El problema es que hay día que tienes más suerte que otros. Esta vez me tocó una pulsera (yo diría que no me pega). Nunca sabré si era de una chica desesperada por recuperar el único recuerdo de su abuela o de si era de un gayaco dispuesto a violarme para recuperarla.
Mejor no haberlo sabido.
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