jueves, 17 de enero de 2008

Premios Darwin

Una pareja de ardorosos jóvenes que murieron al caer del tejado mientras practicaban la caidita de Roma han ganado el Premio Darwin 2007 por aclamación popular. Los Premios Darwin se conceden cada año, desde 1994, a aquellas personas que han muerto de manera tan estúpida que “han eliminado sus genes de la carrera de la evolución” para el bien de la especie.

Oro: coitus interruptus

El único premio del mundo que siempre se concede a título póstumo ha recaído en una pareja de Carolina del Sur (EEUU) cuyos cuerpos fueron encontrados desnudos y contusionados junto a una carretera secundaria por un conductor. En el traslado al hospital ambos perecieron y, al no haber testigos, los investigadores estaban despistados sobre qué pudo pasar. Finalmente, encontraron una ordenada pila de ropa en lo alto del tejado, lo que desveló el misterio: se les rompió el amor de tanto usarlo.

Plata: enema jerezano

La medalla de plata de este año corresponde a Michael, oriundo de Texas, cuyo deceso aconteció en mayo de 2004 después de una gran borrachera...por vía anal. Michael tenía una fuerte irritación en la garganta, de modo que decidió aplicarse un enema con su bebida favorita: tres litros de jerez en una sentada (es un decir). El texano se quedó dormido en plena borrachera rectal pero el alcohol siguió fluyendo en su intestino, hasta que falleció. Sorprendentemente el nivel de alcohol en sangre de su cadáver era sólo de 0,47%, que sólo le hubiera restado 4 puntos del carnet en España o la vida toda en su Texas natal.

Bronce: montacargas asesino

Completa el pódium de este año una mexicana, Jessica, que a sus 24 años perdió la vida en el gimnasio del Hotel Provincia, en Guadalajara, atropellada por un montacargas. Jessica necesitaba algo de la planta baja pero en lugar de bajar y cogerlo decidió pedirlo a gritos por el hueco del montacargas, que en aquel momento subía (ojo al dato: subía, no bajaba). Según relata la página, “en tanto el ascensor y el cráneo son objetos sólidos, uno de los dos tenía que ceder. Digamos que el ascensor ganó”. RIP, Jessica.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo creo en la Teoría de la Evolución. Aunque no le deseo nada malo a nadie, salvo a los de la SGAE.